En el marco de la Visión 2050 del WBCSD, presentamos la visión para productos y materiales, la cual plantea que para el 2050, el uso de recursos se optimice para satisfacer las necesidades de la sociedad
En el marco de la Visión 2050 de el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por su sigla en inglés) presentamos la visión para Productos y Materiales, la cual plantea que para el 2050, el uso de recursos se optimice para satisfacer las necesidades de la sociedad, al tiempo que permite que los sistemas que proporcionan recursos se regeneren.
Esto se relaciona con la economía circular, que proporciona una perspectiva de “volver a lo básico” y nos recuerda que debemos utilizar los recursos como energía, agua, materiales, alimentos, de todas las formas y tal como son: finitos y valiosos. Un enfoque de ciclo de vida que tenga en cuenta los impactos ambientales y sociales, puede ayudar a generar las transformaciones coherentes que se necesitan para abordar la emergencia climática, la pérdida de la naturaleza y la creciente desigualdad.
En esta ruta de Productos y Materiales, se requieren tres transiciones claves: primero, se convierten en norma los negocios circulares, creando oportunidades económicas, ambientales y sociales. Segundo, una bioeconomía circular que juega un papel cada vez más central en la actividad económica global y por último los bienes y servicios satisfacen necesidades de las comunidades de todo el mundo.
Otras de las transformaciones se relacionan con la terminación en el flujo de desechos al medio ambiente, la adopción de las personas al consumo circular, regenerativo y socialmente responsable, y los avances tecnológicos que se implementan de manera responsable e impulsan una mayor eficiencia y transparencia en toda la cadena de valor.
¿Qué propone este camino?
La ruta propone además 10 áreas de acción priorizadas para que las empresas se concentren, en el transcurso de la próxima década, para acelerar el ritmo y la escala de cambio necesarios para producto y materiales sostenibles:
1. Desarrollar nuevos modelos de negocio para garantizar que los ciclos de vida de los productos se prolonguen el mayor tiempo posible.
2. Integrar la circularidad y reutilización en todos los aspectos de la estrategia comercial, desde el diseño del producto, hasta el lanzamiento al mercado, el servicio posventa y la recolección al final de su vida útil.
3. Considere el valor real de los productos y materiales considerando los costos de capital natural, social y humano.
4. Invertir en la innovación y adopción de productos biológicos sostenibles y circulares que almacenan carbono y sustituyen materiales no renovables y de origen fósil.
5. Establecer un consenso y aceptación de un conjunto común de definiciones y métricas para mejorar la toma de decisiones, la colaboración y la divulgación del desempeño circular y el riesgo lineal
6. Emplear un enfoque de innovación centrado en las personas, invirtiendo en la mejora continua, la recapacitación y el empoderamiento de los trabajadores frente a los modelos comerciales emergentes y nuevas tecnologías.
7. Participar en la promoción positiva con los formuladores de políticas para crear un panorama que favorezca los materiales secundarios.
8. Desarrollar y mejorar políticas y sistemas internos para la debida diligencia en materia de derechos humanos según lo establecido por los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos.
9. Impulsar esfuerzos de colaboración que atraviesen las cadenas de valor, para invertir en una mejor capacidad e infraestructura local para la recolección y procesamiento de materiales necesarios.
10. Colaborar en campañas para impulsar el cambio de comportamiento del consumidor global, apuntando a una mayor aceptación y preferencia por la durabilidad y facilidad de servicio.
Nuestra casa matriz el WBCSD, ya está trabajando para lograr estas transiciones a través de iniciativas como Factor 10, Circular Plastics & Packaging y Circular Electronic Partnership.
El marco está respaldado por estudios de casos de cómo las empresas ya los están utilizando para catalizar la acción climática dentro de sus cadenas de valor, así como los pasos concretos que las compañías pueden tomar para incentivar la descarbonización de estas cadenas.