Por: Sergio Rengifo Caicedo
La ciudad de Cali, Colombia se prepara para albergar la COP16 de Biodiversidad, un hito crucial en la lucha global por la conservación de los ecosistemas y la vida silvestre ya que es la primera Cumbre que se realizará después de la adopción del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, firmado por los 196 países parte del Convenio para que se tomen acciones a nivel nacional para el cumplimiento de sus 4 objetivos y 23 metas, con el fin de detener y revertir la pérdida de biodiversidad al año 2030. En este escenario, el sector empresarial tiene un papel fundamental que desempeñar, no solo como actor económico, sino como defensor activo de la sostenibilidad en su enfoque ambiental por medio de la preservación de la riqueza natural del país.
La biodiversidad colombiana sustenta la vida y el bienestar de millones de personas, así como la economía del país. Sin embargo, esta riqueza única enfrenta amenazas cada vez más graves, desde la deforestación y la contaminación por el cambio climático y la pérdida de ecosistemas. Ante este panorama desafiante, la COP16 ofrece una oportunidad para que el sector empresarial demuestre su compromiso con la conservación, restauración y la protección de la biodiversidad, dando a conocer las acciones que ya se están desarrollando y las ambiciones que se están planteando, entendiendo que la única forma de hacer negocios es por medio de una gestión responsable de la biodiversidad que nos permite desarrollarnos.
Previo a este evento mundial se espera que los países presenten la actualización de sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs, por sus siglas en inglés) y aunque estos planteamientos parecen ser responsabilidad de los gobiernos, es imperativo incluir a las empresas en ellos como habilitadores de las estrategias y como conocedores de la puesta en marcha de los planes de acción. En el año 2017, el gobierno de Brasil trabajó en su NBSAPs junto con CEBDS, nodo regional de la Red Global del WBCSD, nuestra casa matriz. En este documento se plantearon como roles del sector empresarial la restauración y conservación, junto con una integración real de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en los procesos de toma de decisiones. Así mismo, se planteó la función de las empresas en la creación de paisajes agrícolas sostenibles, mediante acciones relacionadas con la transformación de las formas de producción y consumo y en el apoyo a la creación, implementación y gestión de áreas protegidas. Para lograrlo, se resaltó la importancia de la evaluación y los datos, generando un diagnóstico esencial para la planificación e implementación eficiente de las acciones. Para la COP16, estas mismas organizaciones están trabajando en su actualización.
En este sentido, hacemos un llamado desde CECODES para que las empresas ejerzan un liderazgo significativo en la conservación de la biodiversidad mediante la adopción de marcos y estrategias globales como el TNFD, las soluciones basadas en la naturaleza, la naturaleza positiva, entre otras. En la COP16 de Biodiversidad, el sector empresarial tiene la oportunidad de mostrar su compromiso con un futuro sostenible y resiliente. Al unirse a la lucha por la conservación de la biodiversidad, estaremos cumpliendo con los objetivos mundiales mientras transformamos empresas que mejoran vidas.