La Unión Europea (UE) aprueba la Directiva de Debida Diligencia sobre sostenibilidad corporativa con implicaciones para los derechos indígenas
La semana pasada, los Estados miembros de la Unión Europea ratificaron la Directiva de Debida Diligencia de la UE en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD), una iniciativa que impone responsabilidades medioambientales y de derechos humanos a las empresas y sus cadenas de valor, tanto dentro como fuera de la UE.
El 15 de marzo, la Comisión Europea aprobó una versión menos exigente de la Directiva de Debida Diligencia de Sostenibilidad Corporativa para empresas que operan en Europa. Esta nueva normativa se aplicará gradualmente según el tamaño de las empresas, reduciendo el número de empresas impactadas al 30%. Wies Willems, oficial de Políticas de Materias Primas de la organización de derechos humanos Broederlijk Denle, destacó la importancia de esta legislación para mejorar el acceso a minerales estratégicos y aumentar la presión en países de América Latina en términos de protección de derechos humanos y medioambiente.
No obstante, en relación a los derechos de los pueblos indígenas, el texto final aprobado si bien incorpora disposiciones relevantes para las comunidades étnicas, implica también unos desafíos a considerar.
Esta noticia cobra especial relevancia para la protección de derechos colectivos en contextos empresariales, a continuación hacemos referencia a varios factores cruciales que fueron destacados por Emil Sirén Gualinga, especialista en Sostenibilidad Financiera y derechos Indígenas:
1. Impacto de los pueblos indígenas: Los pueblos indígenas representan el 6% de la población mundial pero se ven afectados en el 34% de los conflictos relacionados con actividades extractivas e industriales. Además, el 40% de los defensores ambientales asesinados en 2021 pertenecían a comunidades indígenas.
2. Historial empresarial: Las empresas europeas en sectores como petróleo y gas, minería, energías renovables, alimentos y bebidas tienen un historial deficiente en cuanto a derechos indígenas. A pesar de ello, carecen de políticas adecuadas para respetar estos derechos.
3. Alcance de la CSDDD: La CSDDD no solo afectará a empresas dentro de la UE, sino también a aquellas fuera de ella, debido a la presión ejercida por las compañías que deben cumplir con estas normativas, incluyendo algunas cadenas de valor.
4. Falta de conocimiento: Muchos consultores y abogados en la UE y otros lugares carecen de conocimientos suficientes sobre derechos indígenas, lo que ha llevado al uso de estándares inadecuados y a la falta de respeto por estos derechos en numerosas ocasiones.
Es esencial para las empresas, la sociedad civil y los pueblos indígenas colaborar para evitar violaciones de derechos humanos y litigios prolongados y costosos. El documento aprobado proporciona un punto de partida para identificar y desarrollar buenas prácticas en la implementación de la CSDDD.
En conclusión, esta directiva es un avance normativo fundamental para la operación empresarial y el desarrollo sostenible de las empresas, evidenciando que las tendencias legislativas se están alineando con los objetivos de la sostenibilidad y la protección de los derechos humanos.
Como mencionamos en CECODES, un enfoque de responsabilidad social y ambiental es la única manera de hacer negocios, en este camino acompañamos a las empresas en Colombia para focalizar sus esfuerzos alineados a estas nuevas directivas de la UE y que seguramente a mediano plazo llegarán a nuestra región.