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Qué están pensando las diferentes regiones por la implementación de la Directiva de Debida Diligencia Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSDDD)
La Unión Europea podría generar tensiones comerciales con Estados Unidos, que ya ha expresado su preocupación sobre el impacto negativo que esta nueva legislación podría tener sobre las empresas estadounidenses.
La CSDDD, aprobada por el Parlamento Europeo en abril de 2024, exige que las empresas identifiquen, prevengan y mitiguen los impactos negativos en los derechos humanos y el medio ambiente en sus operaciones. Sin embargo, la nueva normativa está siendo vista como un riesgo para muchas compañías internacionales, que temen sus repercusiones en la competitividad y el mercado global. Mientras tanto, los EE. UU., con la llegada de Donald Tump a la presidencia, ya se preparan para responder a lo que consideran un obstáculo para sus intereses comerciales. En esta misma línea, los gobiernos de Alemania y Francia también está comenzando a dudar sobre esta directiva.
En un momento en que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea ya están a flor de piel, la introducción de la Directiva de Debida Diligencia Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSDDD) podría ser el catalizador de una nueva disputa empresarial. La normativa, que entrará en vigor en los próximos años, obliga a las empresas a identificar, prevenir y mitigar los impactos negativos de sus actividades sobre los derechos humanos y el medio ambiente, además de exigirles una mayor transparencia.
Implicaciones para las empresas globales
La CSDDD tiene como objetivo impulsar la sostenibilidad en el ámbito corporativo, pero también representa un desafío considerable para las empresas globales, especialmente las de origen estadounidense. La nueva normativa exigirá a las empresas no solo que rindan cuentas sobre sus operaciones en Europa, sino también sobre sus cadenas de suministro y operaciones internacionales, lo que implica una revisión exhaustiva de sus políticas de sostenibilidad y gestión comercial a lo largo de todo el mundo.
Este aumento de la transparencia y la responsabilidad corporativa en Europa podría afectar especialmente a las grandes corporaciones estadounidenses, que operan de manera internacional y cuyos procesos de producción pueden estar lejos de sus capacidades operativas al tener que dar revisión a su cadena de valor, especialmente en países latinoamericanos, asiáticos y africanos. .
El impacto de la CSDDD en la competitividad
Con el objetivo de asegurar una competencia equitativa en el mercado europeo, la Directiva también establece un marco legal común que unifica las regulaciones en todos los países miembros de la UE. Sin embargo, esto podría crear una brecha en la competitividad, ya que las empresas de fuera de Europa, como las estadounidenses, deberán adaptar sus operaciones a las nuevas regulaciones si desean continuar operando en el continente.
El Parlamento Europeo aprobó la Directiva en abril de 2024, pero aún no se ha establecido una fecha exacta para su entrada en vigor. A medida que se acerca la fecha de implementación, las empresas están acelerando sus esfuerzos para cumplir con los nuevos estándares, lo que implica grandes inversiones en términos de tiempo, recursos y sistemas de gestión de riesgos.
La resistencia de la sociedad civil y las implicaciones a largo plazo
Mientras que muchos aplauden los esfuerzos de la UE por fomentar un entorno empresarial más sostenible, algunas organizaciones de la sociedad civil creen que las nuevas políticas podrían debilitar las normativas previamente acordadas, poniendo en peligro los objetivos de sostenibilidad de la región. Un grupo de más de 100 ONGs han enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otros altos funcionarios, expresando su preocupación por la dirección de las políticas actuales, que consideran una amenaza para los avances en derechos humanos y protección ambiental en la UE.
Además, las organizaciones advierten que las nuevas medidas podrían crear incertidumbre normativa, afectando la inversión futura y, al mismo tiempo, erosionando la posición de liderazgo de Europa en términos de regulaciones de sostenibilidad empresarial.
La CSDDD representa un cambio significativo en las reglas del juego para las empresas que operan en Europa. Aunque la normativa tiene como objetivo promover un futuro más sostenible, su implementación está generando un fuerte debate sobre la competencia global, las políticas comerciales y las implicaciones para las empresas internacionales. Las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea en este contexto podrían intensificarse en los próximos años, lo que llevaría a las empresas a adaptarse rápidamente o enfrentarse a posibles barreras comerciales.Este es un debate que hoy puede estar generando incertidumbre en países como Colombia, pero desde CECODES enviamos un mensaje al sector privado, ya que el compromiso por la sostenibilidad no debe enmarcarse en un debate político o en directivas y regulaciones internacionales. Debemos pensar hoy a largo plazo, en donde las empresas tengan un lugar operativo seguro para ejercer sus negocios, y la única manera de lograrlo es la sostenibilidad. Por esto, aunque debemos estar a la vanguardia mundial, comprendiendo cómo se está avanzando en estas regulaciones, tenemos que prepararnos, aumentando la ambición empresarial para cumplir con la Visión 2050 Colombia de CECODES, una hoja de ruta con enfoque empresarial que aportará al cumplimiento de las cero emisiones de GEI, los objetivos ambientales ambiciosos, los DDHH y el abordaje de la desigualdad con enfoque empresarial, incluyendo la transparencia, con el objetivo de ser sostenibles en el tiempo y aportar a las agendas mundiales para hacer frente a la emergencia climática, la pérdida de la biodiversidad y la creciente desigualdad.