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Empresas e inversionistas han adoptado estos principios como estándar para guiar sus decisiones, motivados no solo por el deseo de cumplir con las normativas globales, sino también por un creciente interés en la responsabilidad social y la sostenibilidad. Sin embargo, con el cambio de liderazgo en países clave como Estados Unidos y las tensiones económicas globales, surge la pregunta: ¿continuará el impulso hacia las inversiones responsables o nos enfrentamos a un retroceso hacia modelos más tradicionales?
¿Qué son los criterios ESG?
Los criterios ESG se centran en tres áreas fundamentales para evaluar el impacto de una inversión:
- E (Environmental o Ambiental): Incluye la evaluación de los riesgos medioambientales que enfrenta una empresa, como su huella de carbono, uso de recursos naturales y su política frente al cambio climático.
- S (Social o Social): Refleja el impacto social de la empresa, que abarca desde las condiciones laborales y la diversidad hasta el trato con la comunidad y los derechos humanos.
- G (Governance o Gobernanza): Se refiere a la transparencia, ética y estructura de gestión corporativa, incluyendo la diversidad en los directorios, la remuneración ejecutiva y la rendición de cuentas.
A medida que los inversionistas y las empresas han entendido la importancia de estos criterios, las finanzas sostenibles han tomado un papel central en la formulación de estrategias de largo plazo. La integración de los criterios ESG se ha visto como un motor para la creación de valor sostenible, un factor que no solo beneficia a las empresas desde el punto de vista ético, sino que también impulsa su rentabilidad a largo plazo. Es por esto que en Colombia se han creado grupos de trabajo como el Task Force de Inversión Responsable del cual CECODES es parte para promover este accionar a favor de las inversiones sostenibles.
La incertidumbre política y económica
El panorama actual está marcado por un clima de incertidumbre política y económica, con la llegada de nuevos liderazgos que podrían alterar el curso de las políticas medioambientales globales. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha reavivado el debate sobre el futuro de las finanzas sostenibles y la vigencia de los criterios ESG en los mercados internacionales. La promesa de una política económica más tradicional y centrada en el beneficio inmediato plantea interrogantes sobre si se producirá un retroceso en la denominada “economía verde”, y si esto implicará un freno a los esfuerzos mundiales para alcanzar los objetivos sostenibles.
A pesar de este cambio, las señales en Europa son menos alarmantes. La adopción de los criterios ESG sigue siendo sólida, aunque con algunas modificaciones que buscan flexibilizar las exigencias para no afectar la competitividad económica. A medida que los inversionistas se adaptan a las nuevas realidades políticas, algunos expertos creen que los estándares ESG pueden sufrir un giro hacia un enfoque más centrado en la rentabilidad económica.
Según expertos lo que se está viviendo actualmente es una transformación de la sostenibilidad, una recuperación de la dimensión económica de la sostenibilidad. En lugar de centrarse únicamente en los aspectos ambientales o sociales, la sostenibilidad comienza a verse bajo un prisma más económico y racional. Este giro responde a una reevaluación de las dinámicas de inversión, donde el concepto de rentabilidad y valor a largo plazo se vuelve fundamental.
El impacto del cambio de política de Trump, quien retiró a Estados Unidos de los Acuerdos de París y promovió un mayor uso de los combustibles fósiles, se ha reflejado en una caída de los fondos ESG en América. Sin embargo, Europa podría no verse tan afectada: Aunque en Estados Unidos los fondos ESG hayan caído un 56% en el último trimestre, Europa se mantiene relativamente estable en este sentido. Los inversionistas no dejarán de invertir en activos sostenibles que sean rentables solo por un cambio ideológico. Esto sugiere que los inversionistas europeos seguirán apostando por la rentabilidad que ofrecen las energías renovables, a pesar de los vaivenes políticos en otros mercados.
El nuevo lenguaje de la sostenibilidad
En un escenario donde la sostenibilidad está perdiendo su connotación más “activista”, se observa un cambio hacia un enfoque más económico. Las empresas y gobiernos están adoptando un lenguaje que resalta la “creación de valor a largo plazo” y la “gestión prudente de riesgos”. En este sentido, la sostenibilidad comienza a estar más alineada con los principios clásicos de la economía de mercado.
Este cambio de narrativa ha sido claramente visible en declaraciones recientes de figuras clave de la inversión global. Larry Fink, CEO de BlackRock, quien anteriormente fue un firme defensor de la sostenibilidad, ha comenzado a dar un giro a su discurso, mencionando la importancia de la rentabilidad y el valor económico como parte de la sostenibilidad.
¿Qué depara el futuro de las inversiones ESG?
A pesar de la incertidumbre política y económica, los inversionistas parecen seguir apostando por la sostenibilidad, especialmente en mercados emergentes como las energías renovables, donde la rentabilidad sigue siendo alta. El desafío ahora es lograr un equilibrio entre la rentabilidad y la responsabilidad social, integrando los criterios ESG de una manera que no solo responda a las exigencias regulatorias, sino que también impulse el crecimiento económico sostenible.
En conclusión, aunque el panorama para las inversiones ESG enfrenta un periodo de reajuste, los principios de sostenibilidad económica seguirán siendo clave para la evolución del mercado financiero global. A medida que los actores políticos y económicos se adapten a las nuevas realidades, será crucial que los inversionistas encuentren formas innovadoras de incorporar los criterios ESG en sus estrategias de manera rentable y eficiente, para garantizar el desarrollo sostenible.
En CECODES, como centro de pensamiento comprometido con la sostenibilidad, creemos que el futuro de las inversiones responsables y las finanzas sostenibles es indiscutible, aún en un contexto de incertidumbre política y económica. El discurso debe guiarse hacia los beneficios económicos de adaptar las estrategias de negocio hacia la sostenibilidad. Por esto, desde el área de comunicaciones de CECODES acompañamos a las empresas a comprender esta nueva ola del lenguaje ESG para continuar fortaleciendo sus acciones estratégicas en sostenibilidad. Si bien la narrativa sobre los criterios ESG está experimentando un giro hacia una mayor racionalidad económica, la integración de estos principios sigue siendo fundamental para asegurar una gestión empresarial ética, responsable y rentable.