El sector privado es responsable de casi todos los alimentos producidos, vendidos y consumidos a nivel mundial. Por lo tanto, las empresas tienen un papel central que desempeñar en la mejora de los patrones de producción y consumo de alimentos en todo el mundo. La Hoja de ruta para la alimentación y la agricultura insta a las empresas a trabajar activamente para abordar los problemas de una producción y un consumo saludables y ambientalmente sostenibles mediante la entrega de soluciones integradas para transformar los sistemas alimentarios.