La Visión 2050 del WBCSD es una ruta para la acción empresarial en línea con la urgencia de afrontar los desafíos que enfrentamos como sociedad.
La Visión 2050 del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por su sigla en inglés), es una ruta para la acción empresarial en línea con la urgencia de afrontar los desafíos que enfrentamos como sociedad. Son nueve vías de transformación empresarial esenciales para alcanzar una mejor sociedad. Uno de estos caminos es Espacios para vivir, que nos invita a que el mundo se sienta como en casa.
Los espacios para vivir, son las áreas donde las personas residen, trabajan y pasan su tiempo libre. Por tanto, estos lugares juegan un rol muy importante en su salud mental y física, en la creación de relaciones interpersonales y en la calidad de su trabajo.
¿Qué propone?
Esta vía de transformación: espacios de vida saludables e inclusivos, que prosperen en armonía con la naturaleza, considera las necesidades de las comunidades urbanas y rurales y describe los esfuerzos necesarios del sector público y privado para proporcionar viviendas, lugares de trabajo y espacios adecuados para el ocio y la participación comunitaria. La Visión explora más a fondo como se cubrirán estas necesidades en el 2050 y lo que requieren las empresas para trabajar en esto:
- Espacios de vida que promueven salud y bienestar.
- Viviendas asequibles y comunidades que funcionan para todos.
- Un entorno construido con cero emisiones de carbono. Que es resiliente, adaptable y regenerativo.
- Espacios habitables que aprovechan el potencial de los materiales reciclados y renovables.
Durante la pandemia de la COVID-19, se hizo más evidente que los espacios habitables son fundamentales para nuestro bienestar. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en el país norteamericano las personas pasan un promedio del 90% de su tiempo en interiores. Así mismo, la transformación del entorno construido hacia espacios habitables más saludables comenzó antes de la pandemia y continúa acelerándose.
Para estar en la ruta correcta hacia esta transformación, es fundamental reducir al menos a la mitad las emisiones del sector constructor para 2030. Aunque se han logrado avances en el tema, actualmente los edificios y espacios habitables continúan contribuyendo a la crisis climática, a la pérdida de la naturaleza y la desigualdad.
Datos importantes
Según el WBCSD, el sector edificación y la construcción, es responsable de casi el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía, más del 40% del uso global de recursos y el 40% de las corrientes de residuos globales. Así mismo, cerca de mil millones de personas en todo el mundo viven en barrios marginales y hogares improvisados. Para el 2050, se espera que se duplique a nivel global el espacio de construcción, con más de 5 mil millones de metros cuadrados que se incrementarán cada año, impulsado por la rápida urbanización y la creciente demanda del espacio.
La forma en que construimos nuestras casas o elegimos los materiales para las mismas, afecta tanto nuestra salud personal como el medio ambiente. Este camino nos invita, por ejemplo, a nivel ciudad, a planificar de la mejor manera las áreas verdes, como parques, áreas de juego y zonas verdes interiores, lo que puede minimizar los riesgos para la salud derivados de la contaminación del aire, ayudar a promover la actividad física, aliviar el estrés y reducir el ruido, al tiempo que mitigan el cambio climático.
Otra de las transiciones integrales se relaciona con los proyectos de construcción. Actualmente la mayoría de estos proyectos no calculan ni informan su huella de carbono total. Si todas las empresas comenzaran a medir las emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida de sus activos inmobiliarios, además de aumentar el intercambio de datos, la colaboración y la transparencia, podrían establecer objetivos claros e impulsar la reducción de emisiones de carbono necesaria en la próxima década.