La transformación de los sistemas alimentarios para apoyar a personas saludables y un planeta saludable es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo, incluida la mitigación de catástrofes climáticas y de biodiversidad mientras se alimenta equitativamente a una población mundial en crecimiento. Persuadir e impulsar los sistemas alimentarios en una dirección más sostenible requerirá innumerables intervenciones, la mayoría de las veces simultáneamente.