Se estima que casi 2 millones de mujeres y hombres en todo el mundo todavía mueren cada año debido a accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. Y la persona promedio pasará un tercio de su vida en el trabajo. Esto convierte al lugar de trabajo en un escenario prioritario para la promoción de la salud en el siglo XXI. Si se gestiona adecuadamente, el trabajo se puede aprovechar para generar importantes impactos positivos en la salud.
Al fomentar lugares de trabajo seguros y culturas que protejan y fomenten el bienestar de los empleados, las empresas de todo el mundo y de todos los sectores tienen el potencial de hacer una contribución significativa para promover los más altos estándares posibles de salud para todos.