La conversación sobre economía circular ha despegado en los últimos años. Con su reciente proliferación vino la adopción de definiciones únicas, marcos y formas de medirlo en todo el mundo. Medir el progreso en la economía circular es un desafío y qué y cómo los adoptantes de prácticas de economía circular deciden medirlo depende mucho de su objetivo, alcance y audiencias. El 74 % de los entrevistados indicó que su empresa utiliza su propio marco para medir la circularidad. Por lo tanto, la cacofonía de métricas circulares que aparecen en todos los sectores y geografías ha creado un entorno de indicaciones competitivas y, a menudo, contradictorias sobre el progreso real de la circularidad logrado.