
Esta Ley fue presentada en marzo del 2023 como parte del acuerdo verde Europeo de la agenda de protección de consumidores.
Su objetivo es combatir el “greenwashing” mediante reglas claras para las afirmaciones ambientales voluntarias hechas por empresas sobre productos o servicios. Estas afirmaciones deben estar respaldadas por evidencia científica, evaluación del ciclo de vida y verificación por terceros acreditados. Esta ley busca garantizar que al menos el 50 % de las afirmaciones ambientales (que actualmente son vagas o engañosas) estén correctamente fundamentadas.
La Comisión Europea el 20 de junio anunció su extinción inicial de retirar el borrador de la directiva debido a que podría aplicarse a microempresas (menos de 10 empleados ) lo que afectaría a un promedio de 30 millones de negocios. Sin embargo la Comisión Europea aclaró que formalmente no ha sido retirada, pero subrayó que dicha retirada solo ocurriría si no se llega a eximir a las microempresas, lo cual ya había sido aprobado por el Parlamento.
Por otra parte, el 23 de junio la ronda final de negociaciones fue cancelada y el proceso quedó en pausa indefinida mientras que el consejo y el parlamento reevaluar el alcance del borrador y la exclusión de microempresas.
La aclaración surge luego de reacciones políticas, publicaciones en medios de comunicación y la cancelación de la ronda final de negociaciones entre las instituciones europeas prevista para el 23 de junio.
Presentada en marzo de 2023 como parte del Pacto Verde Europeo y la agenda de protección al consumidor, esta propuesta normativa tiene como objetivo combatir el fenómeno del greenwashing o lavado de imagen ecológico. Para ello, busca establecer criterios claros que obliguen a las empresas a respaldar con evidencia científica todas las declaraciones ambientales voluntarias que hagan sobre sus productos o servicios. También exige verificación por parte de terceros independientes y limita el uso de etiquetas ambientales no acreditadas.
Según la Comisión, más del 50 % de las declaraciones ambientales actualmente utilizadas en el mercado europeo son vagas o potencialmente engañosas, y alrededor del 40 % carecen de cualquier tipo de sustento técnico.
Un futuro incierto para una directiva clave
El avance o estancamiento definitivo de la Directiva sobre Declaraciones Verdes depende ahora de dos elementos clave:
- Que los Estados miembros logren un consenso claro sobre la exención de las microempresas.
- Que se restaure la confianza política entre las instituciones para reanudar las negociaciones del trílogo.
El 25 de junio de 2025, los embajadores de la Unión Europea se reunieron para debatir el futuro de la propuesta de la Directiva sobre Alegaciones Ambientales (Green Claims Directive). En el encuentro, varios Estados miembros manifestaron su preocupación por la incertidumbre generada en torno al proceso legislativo, lo que llevó a la presidencia polaca del Consejo a suspender temporalmente las negociaciones. Actualmente, se prevé que los embajadores retomen el análisis del expediente en busca de una orientación clara sobre los próximos pasos, a la espera de una aclaración formal por parte de la Comisión Europea.
En cualquier caso, la Directiva sobre Declaraciones Verdes se mantiene como un componente central del compromiso europeo por regular la comunicación ambiental empresarial, y su adopción permitiría fortalecer la confianza de los consumidores en los mensajes de sostenibilidad. Sin embargo, la incertidumbre generada por los recientes acontecimientos pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la UE para cumplir con los objetivos del Pacto Verde en los últimos meses del actual ciclo político europeo.
Desde CECODES seguimos de cerca la evolución de la Directiva, dada su importancia para fortalecer la transparencia empresarial y la confianza con los grupos de interés. De ser aprobada, establecerá un estándar más riguroso para la comunicación en sostenibilidad, garantizando que las afirmaciones estén fundamentadas, verificadas y sean comparables. En este contexto, destacamos que diversas empresas ya implementan buenas prácticas, como las recogidas en nuestra revista SOSTENIBLEMENTE, edición dedicada al Marketing con sostenibilidad. Esta publicación invita a ir más allá de la oferta de productos o servicios, apostando por contar historias auténticas que reflejen valores orientados al cuidado de la naturaleza, la sociedad, la transparencia y la gobernanza. Se trata de conectar genuinamente con las audiencias y el entorno, afrontando retos globales como la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad, desde un enfoque innovador, creativo y basado en la confianza.